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[Crónica + Entrevista] Fellows @ Fotomatón Bar

Continúo con mi particular costumbre de publicar las crónicas de los conciertos a los que asisto con meses de retraso. Pensaréis que es por vaguería (y puede que estéis en lo cierto). Pero también considero este retraso casi un gesto reivindicativo. Porque, en estos días de instantaneidad, oferta y demanda, rapidez y consumo obsesivo, ¿acaso no resulta adecuado tomarse la molestia de recordar aquello que consumimos hace meses? Puede que hoy nadie recuerde que hubo un grupo vallisoletano que presentó su primer EP, lleno de ilusión, entre las paredes del Fotomatón Bar. Puede que asistieras, lo disfrutaras, leyeses (o no) la crónica al día siguiente, y se acabó. Fin de la historia.

“Somos Fellows, y tocamos blues” dijo Manuel García Agudo (guitarra y voz del dúo de Valladolid). Él podrá decir lo que quiera, que para eso es su grupo, pero lo que ellos tocan (Manuel López Rodrigo, batería, y Manuel García Agudo, guitarrista) no es blues, blues. Para mí, esas distorsiones desgarradas, esos solos de batería y esa voz sureña no es blues. Al menos, no blues, blues. Puede que blues-noise (confirmando mi obsesión con esta última etiqueta).

El caso es que, dejando de lado los adjetivos, los Fellows sonaban muy bien, por simple que pueda parecer tal sentencia. Ni puristas, ni modernistas, ni clásicos. Yo diría que la mejor palabra para definir aquel sonido sería “atemporal”. Como una mezcla entre la americana music mezclada con el rock más español (no estoy loca, si les escucháis atentamente, las referencias están claras) y un punto del cinismo castellano. Letras aparentemente naif envueltas en melodías palpitantes y asalvajadas, con la pasión del directo contenida a la fuerza.

Confieso que, a veces, en mitad de los conciertos, en ese punto en el que una ya lleva un par de vinos encima (aquella noche tocaba ir a vinos), me da por cerrar los ojos e imaginar los paisajes a los que la música me lleva. Es un experimento curioso que, muchas veces, te hace encontrar mejor las referencias musicales de un grupo que pasándote horas frente al Spotify. Resultó que, al cerrar los ojos aquella noche, durante el concierto de los Manueles Fellows… el único lugar al que me llevó la música fue a aquel mismo momento. Al Fotomatón Bar petado de público, con un Manuel a los platos y otro Manuel a la guitarra. Sentí que aquella música formaba parte del aquí y ahora, que no podría haber sido concebida en ningún otro momento ni lugar. Y eso me gustó, signifique lo que signifique esta poética rayada mental de la que os acabo de hacer partícipes.

Con un escenario austero (nada de atrezzo en aquella ocasión), Manuel López Rodrigo (batería) ataviado con una camisa y una corbata de estilo cowboy y la barba más larga y tupida que he visto (y tocado) en mi vida; y el otro Manuel con un sobrio jersey de cuello alto y negro, a juego con su boina y sus mocasines, los Fellows desgranaron su primer EP entre los vítores del público y los consabidos bises. Fueron sobrios tanto en forma como en contenido. Apenas un par de frases pronunciadas siempre por Manuel García Agudo (guitarrista) adornaron su actuación, cruda y directa, sin titubeos. Los Fellows no habían venido a Madrid a sentar cátedra ni a entretenerse, tan solo a hacer blues.

Eso sí, poco después de su actuación me permitían entrar en el pequeño backstage del Fotomatón para entrevistarles rápidamente. No esperéis grandes preguntas, pues ya digo que los vinos habían hecho ya su parte.

Fellows @ Fotomatón Bar
Fellows @ Fotomatón Bar

¿De dónde viene el nombre de Fellows? Me suena muchísimo…

Manuel García Agudo: La verdad es que, buscando nombres, lo que nos unía a Manuel y a mí (o al menos yo lo veía así) cuando empezamos esto, era tocar con alguien amigo. Desentendernos de la tontería que hay en el mundo de la música, tan solo tocar por tocar. Y cuando empezamos a tocar juntos, empezamos también a hablar de música, de películas, de cosas nuestras, de nuestras preocupaciones… empezamos a intimar como personas y nos hicimos amigos. Entonces, amigos es fellows. Esa es la historia del grupo, solo porque somos amigos. Yo estoy muy contento de haberme encontrado con este señor, que es un músico como la copa de un pino, que es una persona como la copa de un pino. Y compartir escenario, compartir coche, compartir cama (de hotel), compartir cualquier experiencia musical, cualquier momento que nos una para tocar por ahí o ensayar, es un fenómeno.

¿Veníais de formaciones anteriores?

Manuel García Agudo: por mi parte, sí. Por mi parte, venía de The Royal Suite, La Lavadora, 48Milímetros, y él…

Manuel López Rodrigo: Los Sustitutos, Positive… pues de toda la vida, toda la vida tocando.

Manuel García Agudo: lo que hacemos bien es tocar, y a eso es a lo que nos dedicamos.

Y sin embargo ambos os mantenéis con trabajos muy alejados de lo musical. Manuel Agudo es químico y funcionario y Manuel López… bueno, en realidad no sé qué es.

Manuel López Rodrigo: yo soy ilustrador de animales y naturaleza y taxidermista.

Hostias… ¿Y cómo se compaginan vuestras jornadas con la música?

Manuel García Agudo: en mi caso es muy fácil de compaginar, dado que mi curro de funcionario/químico es solo de mañanas. Yo la música la tenía como un hobby. Pero me di cuenta de que, solo como hobby, no me llenaba mucho. Y al final, no sé si fue algo casual, o fue el destino, pero me encontré con otro tío al que la música le gusta mucho. Y somos Manueles y zurdos los dos.

¿Y por qué solo dos? ¿No habéis pensado en buscar más componentes para el grupo?

Manuel López Rodrigo: ¿Para qué? Cuanto con menos cosas hagas más, mejor. Más bueno eres.

Manuel García Agudo: no somos los primeros que hacemos esto. Somos conscientes de que esto está muy trillao, los power dúo batería-guitarra, no es algo nuevo. Y si hay grupos que lo hacen y les sale bien así, ¿por qué no nosotros? Además es mucho más cómodo. Y más barato, porque ser músico es como ser una auténtica prostituta.

¿En serio?

Manuel López Agudo: ni te lo imaginas. No sabes lo poco que te tiene que importar tocar en cualquier sitio, cobrar o no cobrar para poder tocar.

¿Y hoy vais a cobrar?

Manuel López Agudo: hoy sí, porque hoy ha venido gente. Pero yo ya tenía aquí la pasta preparada para pagar el local en caso de pinchar. Si no hubiera venido toda la gente que ha venido, me hubiera tocado pagar.

Pero vosotros empezasteis a tocar en una época distinta a esta…

Manuel García Agudo: era más heroica que esta, ¿eh? Había más plataformas, más fanzines, menos redes, pero más teléfono, más contacto entre gente que tocaba. Ahora lo que ocurre es que, para tocar en salas, pagas. Antes te pagaban.

Cambiando totalmente de tema. ¿Cómo se come que un grupo de Castilla y León, como vosotros, se decante por un sonido extranjero? ¿Qué es lo que no os da Valladolid para tiraros hacia Tennessee?

Manuel García Agudo: pues no lo sé. En nuestro caso, que siempre nos ha gustado la música de ese estilo.

Manuel López Rodrigo: Valladolid en los cincuenta y los sesenta no estaba en el mismo plano que Tennessee. Al igual que Mississippi en los cincuenta y los sesenta. Nosotros preferimos a Howlin’ Wolf antes que al Dúo Dinámico.

Manuel García Agudo: tenemos una asociación cultural llamada Reducto Sónico, que es una asociación que trae a músicos y cuyo corte es precisamente ese. Quizás lleve trayendo a grupos de corte sesentero cincuentero, rockeros americanos casi diez años. Y puede que eso también influya. En nuestro caso, lo que vamos viendo es que lo que nos gusta son las grabaciones sencillas del blues de los setenta y cuarenta.

Y sin embargo, vosotros tiráis mucho más hacia el noise.

Manuel García Agudo: el caso es que tampoco te puedes cerrar a lo que escuchas, además del blues. En los 90 hemos escuchado todo el rollo noise, todo el rollo pop americano, tipo Dixies y demás. Y todo eso lo tienes en la cabeza. Escuchas música en Radio3, escuchas música de colegas…

Manuel López Rodrigo: yo sí que reniego de eso. Yo sí que no toco de esa manera. Yo toco antiguo. También tengo otro grupo en el que hacemos música electrónica y tocamos más Giorgio Moroder, etc. Pero eso en concreto, solo eso.

Tirando de las preguntas tipo Super Pop (que me encantan), ¿cuál es vuestra canción favorita?

Manuel García Agudo: no tengo canciones favoritas. No se me ocurre. Las que más escucho últimamente, podría decirte que tengo en el coche puesto un disco de Nancy Sinatra.

Manuel López Rodrigo: si tuviera que elegir alguna, yo elijo While My Guitar Gently Weeps.

Venga, otra pregunta de estas. ¿Si pudierais escoger un grupo, y decir que es vuestro, cuál elegirías?

Manuel García Agudo: Guadalupe Plata me parece tremendo. No solo por cómo suenan, sino por cómo se nota que han rebuscado para sonar así. Un grupo, un trío español , que suena más blues que cualquiera de los grupos que pueden estar sonando en EE.UU ahora.

Manuel López Rodrigo: yo digo lo mismo. Porque, además, es que les ves que son maestros.

Tocaba entonces recoger el chiringuito en el Fotomatón e irse a casa. Ya era hora. Les pregunté a los Fellows que cuándo volverían. Me dijeron que en mayo, o junio. Pues ahora resulta que su siguiente concierto será este mismo 6 de marzo en Chinchón. Quizás por eso he publicado tan tarde esta crónica/entrevista. Para hacer más corta la espera. Y es que se hace larga.

 

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